miércoles, 2 de febrero de 2011

Igualdad de género frente a la crisis económica

Las personas y entidades que suscribimos este manifiesto expresamos nuestra preocupación:
La crisis económica actual evidencia el fracaso de un modelo de crecimiento desequilibrado, a la
vez que proporciona la oportunidad histórica de revertirlo. Para ello es necesaria la contribución de
todas   las  personas,  así  como  la planificación,  utilización y distribución equitativa de  todos   los
recursos. Sin embargo, los gobiernos y organismos internacionales están reaccionando conforme a
una  imagen de  la sociedad que no es  la de hoy en día,   lo que  impide afrontar  correctamente  la
situación de emergencia global en la que nos encontramos.
En España, en contra de lo que parecen sugerir algunos titulares de prensa, la tasa de paro femenina
sigue siendo mayor que la masculina.  Además,  las mujeres siguen siendo amplia mayoría en las
categorías  más  precarias,   tanto de empleo  (temporalidad,   tiempo parcial,   subempleo),  como de
desempleo (larga duración,  sin empleo anterior,  sin prestación de desempleo). Sus ingresos y sus
pensiones son mucho menores y en muchos casos inexistentes, a pesar de que trabajan muchas más
horas en total; sus tasas de pobreza son mucho mayores. En definitiva, la situación de las mujeres es
dramática, pues según la crisis se generaliza a todos los sectores son las personas peor situadas las
que más la sufren.
Los medios de comunicación resaltan la desoladora cifra de los 820.200 hogares en los que todas
las personas activas están en paro, identificando estas situaciones con las de hombres ‘cabezas de
familias’ con mujeres y niños ‘dependientes’, pero esta idea ya no se ajusta a la realidad. Detrás de
esta   cifra   hay,   además   de   hombres,  muchas  mujeres   que,   en   todo   tipo   de   hogares,   desean
incorporarse al empleo y están sobradamente preparadas para ello.
Ante   la   falta   de   recursos   en   las  AAPP,   los   servicios  públicos   se   ven   seriamente   afectados,
recortándose los presupuestos de educación, de salud, de servicios sociales, de integración cultural,
de fomento de la igualdad de género. Al mismo tiempo, las familias se ven sin medios económicos.
Todo esto repercute especialmente sobre las mujeres a través de dos vías: por ser mayoría entre las
personas necesitadas de asistencia y por ser  las que suplen en el  ámbito familiar   la carencia de
recursos.
1Igualdad de Género frente a la crisis económica                                     www.feminismoantelacrisis.com
Las medidas de apoyo al empleo se concentran en los sectores de la construcción y del automóvil;
así como en asegurar las prestaciones a las personas afectadas por expedientes de regulación y a las
personas que disfrutan y agotan la prestación de desempleo. Sin embargo, no se encuentra mención
alguna al impulso del empleo femenino ni a la protección de los colectivos de desempleados más
vulnerables y compuestos mayoritariamente por mujeres.
En resumen, los recursos disponibles para las situaciones que afectan a las mujeres disminuyen, y si
se habilitan mecanismos extraordinarios es sobre todo para paliar situaciones que afectan más a los
hombres. Aún persiste el discurso de lucha contra la violencia de género, pero los recursos para los
servicios   de   atención   se   limitan,   a   pesar   de   que   con   la   crisis   aumentan   los   comportamientos
violentos y disminuyen las posibilidades económicas de las mujeres para escapar de ellos. Y cuando
estábamos   llegando a acometer   la prevención del  delito,  existe el   riesgo de que el  proceso de
paralice.
Se han paralizado las reformas legales para fomentar la corresponsabilidad (como la ampliación del
permiso de paternidad),  mientras que se siguen potenciando las excedencias por cuidado y, como
novedad frente a la crisis, se anuncian nuevas medidas de fomento del empleo a tiempo parcial.
El desarrollo de los servicios públicos no tiene prioridad en las medidas anti­crisis, a pesar de las
partidas de gasto que se están dedicando a inversiones. La inversión pública masiva, necesaria para
crear   empleo   y   reactivar   la   economía,   proporciona   una   oportunidad   única   para   reconstruir   la
infraestructura social, para universalizar los servicios públicos de educación infantil y atención a la
dependencia, para mejorar el sistema de salud, de educación, de servicios sociales, para promover el
deporte y la cultura, para cuidar el medio ambiente y detener el cambio climático. En todos estos
sectores se pueden crear muchos empleos y, puesto que están subvencionados con fondos públicos,
se pueden poner  condiciones  para maximizar   su utilidad  social.  Se puede exigir  que  todos   los
proyectos sean ecológicos, que fomenten la igualdad de género y que aumenten la cohesión social,
pero no se está haciendo.
En los planes aprobados ha desaparecido el (preceptivo) informe de impacto de género.
Ante esta situación, recordamos:
Las  mujeres   somos  necesarias,  hoy más  que  nunca,   como  trabajadoras  y  como ciudadanas.  A
diferencia de otras crisis, en las que también se presionó a las mujeres para retirarse del mercado de
trabajo, hoy estamos preparadas para resistir. Hemos adquirido derechos civiles y un alto grado de
formación. Hemos demostrado nuestra competencia para desempeñar todo tipo de profesiones, para
dirigir   bancos   y   países,   para   participar   en   todos   los   deportes   y   actividades.  Muchas   familias
2dependen   de   los   salarios   femeninos   y,   además,   las  mujeres   desempleadas   tienen  mayor   nivel
educativo que los hombres desempleados. Por otro lado, los hombres son necesarios más que nunca
para arrimar el hombro en las tareas de cuidado.  Hoy, a diferencia de otras épocas, sabemos que
ninguna diferencia biológica justifica la exclusión de las mujeres del empleo y del ocio, ni la de los
hombres del trabajo doméstico.
No   son   razones   económicas   las   de   nuestra  marginación;   al   contrario,   es   precisamente   esa
marginación  la  frivolidad que  la economía y  la  sociedad no  se pueden permitir.  El  modelo de
familia   ‘sustentador  masculino/esposa  dependiente’  se   ha   revelado   como  una   trampa   para   las
mujeres y para todas las personas. Más aún, está demostrado que en todo el mundo el acceso de las
mujeres  a   la   educación,  al   empleo y a   los   ingresos,   impulsa  enormemente  el  bienestar  de   las
familias y el  desarrollo de los países.  La igualdad de género es clave para aprovechar el  capital
humano de las mujeres y el potencial cuidador de los hombres; para el buen funcionamiento de los
mercados de trabajo y de las AAPP; para el cambio a un modelo tecnológicamente avanzado; para
una mejor organización de la producción que no se base en la especialización de las mujeres en el
trabajo doméstico; para combatir la superpoblación, el envejecimiento poblacional y la pobreza en
todo el mundo; para el mantenimiento del medio ambiente. En definitiva, la igualdad de género es
crucial para el cambio a un desarrollo mundial equilibrado y sostenible.
Las autoridades nacionales e internacionales han reiterado que la igualdad de género es una apuesta
justa y económicamente rentable. En lugar de volver a los esquemas del pasado, ahora tienen más
que nunca la responsabilidad de actuar en consecuencia.
Por todo ello, proponemos los siguientes ejes para un plan de acción contra la crisis:
Equidad de género en el fomento del empleo y en la protección del desempleo
En lugar de mantener artificialmente actividades improductivas y depredadoras del medio ambiente,
deben crearse empleos cualificados en sectores competitivos y socialmente necesarios, permitiendo
la ubicación de la mano de obra más cualificada y la formación y atención de todas las personas. En
lugar de concentrar las ayudas extraordinarias al desempleo en las personas afectadas por los ERES,
debe   atenderse   en   primer   lugar   a   las   personas   en   paro  que   no   tienen   prestaciones.  Para   ello
exigimos:
­ Condiciones de igualdad de género en las empresas para las adjudicación de los proyectos
con subvenciones públicas, incluyendo la exigencia de planes de igualdad.
­ Subsidios de desempleo para todas las personas sin prestaciones
3Igualdad de Género frente a la crisis económica                                     www.feminismoantelacrisis.com
­ Inclusión de las empleadas de hogar en el Régimen General de la Seguridad Social
Equidad de género en la protección social y en la garantía de derechos fundamentales
Ahora más que nunca, cuando las redes familiares tienen menos capacidad de respuesta económica,
es necesario atender a las personas más necesitadas de protección social, y las mujeres son mayoría
en todas las categorías excluidas de dicha protección. Por otro lado, ante un previsible aumento de
la   violencia   y  en   particular   de   la   violencia  machista,   es   necesario   garantizar   el   derecho   a   la
integridad física de todas las personas, a la seguridad ciudadana, a una vida libre de violencia. Para
ello, se requiere:
­ Prestaciones especiales para familias monoparentales
­ Aumento   del   fondo   de   garantía   de   pensiones   de   alimentos   impagadas   hasta   el   salario
mínimo interprofesional
­ Aumento de las pensiones no contributivas hasta el mínimo de las contributivas
­ Habilitación de recursos para atención a  las víctimas de violencia de género,   incluyendo
prestaciones económicas adecuadas.­ Medidas especiales para la protección e inmunidad de
las inmigrantes.
­ Aumento de los recursos para la prevención y persecución de la violencia de género, acoso
sexual y demás actitudes masculinas violentas
Plan integral de servicios públicos
En  lugar  de dedicar  partidas de gasto público a proyectos de construcción sin ningún orden de
prioridades, debe aprovecharse la oportunidad para subsanar un déficit social histórico. La inversión
en servicios  públicos permite, durante la construcción de las infraestructuras, que la reconversión
del  sector de  la construcción sea menos costosa.  Pero  también amortigua el  desempleo de otros
sectores y atiende a necesidades sociales. Por último, es una inversión rentable económicamente a
medio y  largo plazo que,  además,  potencia  un modelo de  sociedad más   justo.  Se necesita,  en
particular:
­ Universalización de la educación infantil pública desde los 0 años.
­ Sistema público universal de atención a la dependencia.
­ Ampliación de   los   recursos  para   la   educación y  la   sanidad,   con  especial   atención  a   la
gratuidad de todos los servicios y a la igualdad de género.
4Reforma del sistema de impuestos y prestaciones para el cambio a una sociedad de personas
sustentadoras/cuidadoras en igualdad
La sociedad ha cambiado, las mujeres se han incorporado  masivamente al mercado de trabajo, pero
las   políticas   públicas   siguen   potenciando   la   división   de   roles.   Es   necesario   fomentar   la
corresponsabilidad y eliminar todos los desincentivos al trabajo asalariado de las mujeres, y para
ello:
­ Eliminación  de   todas   las   prestaciones   para   el   cuidado   incompatibles   con   el   trabajo
asalariado, y en particular del artículo 18 de la ley de Dependencia.
­ Reforma   de   los   permisos   de  maternidad   y   paternidad   para   que   ambos   sean   iguales,
intransferibles y con la misma parte obligatoria.
­ Eliminación de la tributación conjunta en el IRPF.
­ Eliminación de las medidas de fomento del empleo a tiempo parcial.
­ Medidas para la racionalización de horarios: disminución del máximo de horas semanales de
trabajo con restablecimiento del cómputo semanal; eliminación de los topes de cotización a
la Seguridad Social y demás incentivos a las jornadas demasiado largas.
A nivel global, inclusión de la igualdad de género en las relaciones internacionales
Es   necesario   atajar   la   especulación   financiera   descontrolada,   la   sobreexplotación   del  medio
ambiente,   la miseria y  la violencia a nivel  mundial.  Para ello hay que cambiar   las  reglas de  la
globalización económica, las relaciones internacionales, la actividad de los organismos financieros
y   la   cooperación   al   desarrollo.  En   este   cambio   hacia   un   desarrollo   social   y   económicamente
sostenible a nivel  global,  es  imprescindible  la  liberación de  las mujeres en  todos  los países.  La
igualdad de género es un elemento clave para hacer posible ese otro mundo que todas las personas
progresistas imaginamos. En particular:
­ Condonación de la deuda de los países en vías de desarrollo que asuman un compromiso
efectivo con la igualdad de género y con la preservación del medio ambiente.
Ante la crisis económica ... IGUALDAD DE GÉNERO YA!
Las personas interesadas en firmar este manifiesto, pueden hacerlo siguiendo las indicaciones
del  blog del manifiesto: www.feminismoantelacrisis.com
Para adherirse como entidad o como sitio web es importante, además de firmar el manifiesto, enviar
un correo a manifiesto@feminismoantelacrisis.com  para poder enlazar la web

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